Seguidores

SEGUIR Mi viaje a Itaca

domingo, 16 de noviembre de 2014

TRUJILLO BLOGGERS'14

Es la quinta ocasión en la que nos reunimos en Trujillo. Para ponernos cara fue el objetivo de la primera y para mí ya es tradición en el otoño extremeño.


En un entorno que anima a la meditación, no en vano es el monasterio de san Francisco el Real de Coria fundado a mediados del siglo XV y sede de la fundación Xavier de Salas, desde primera hora de la mañana comentamos, escuchamos, desayunamos, recogemos ideas para nuestros blogs, debatimos, comemos y nos citamos para la próxima reunión en espera de financiación para el encuentro.

Convento de san Francisco el Real de Coria. Trujillo. España
Convento de san Francisco el Real de Coria. Trujillo. España

Convento de san Francisco el Real de Coria. Trujillo. España

Convento de san Francisco el Real de Coria. Trujillo. España

Llanos de Trujillo. España

En esta ocasión la Dirección General de Turismo del Gobierno de Extremadura financia el encuentro y material que se edita, constituido por aportaciones de los blogueros.


A continuación la mía.

EL ACCESO A BADAJOZ
Tras quince jornadas pudimos atisbar dos cerros de poca altura. El más próximo a nosotros, Orinaza, yermo y coronado por el fuerte de san Cristóbal. Dicen que el fundador de Badajoz, Ibn Marwan quiso construir en él la ciudad. No hace mucho se concluyó el fuerte, para defensa de los ataques portugueses. El cerro del sur, La Muela, está rodeado de una muralla defensiva que continúa hacia el oeste. Entre ambos el río Guadiana pasa algo encajado y es donde se aprovechó para construir un puente.
Soy Diego de Vera y vengo con mi padre, vinatero de Jaraicejo. Es mi primer viaje a Badajoz y traemos 12 pellejos de vino tinto tipo castellano y 10 de blanco alvillo, muy apreciado en la corte.
Paralelos al río hemos atravesado amplias dehesas de encinas y algunos alcornoques, y riberas en las que abundan alisos, fresnos, álamos, chopos, olmos y sauces, junto a arbustos; zarzales, atarfes, adelfas, tamujos y algún cañaveral acompañados de carrizos, eneas, juncales, mandrágoras, narcisos, cardos y hasta helechos y orquídeas. Y asomando desde el río nenúfares, ranúnculos de flores blancas y amarillas e incluso pequeñas lentejas de agua, callitriches, alismas y verónicas.
Hacemos noche en las proximidades de un hornabeque, como también otros mercaderes. El ambiente es muy animado, aparecen aguadores, barqueros que ofrecen sus servicios, vendedores ambulantes y pescadores que nos muestran lo que extraen del Guadiana; bogas, barbos, lampreas, anguilas, jarabugos o sábalos. Cuentan que en ocasiones llevan salmones y esturiones.
El hornabeque, situado en la cabecera del puente es un fortín al que accedemos por la puerta de san Vicente, su función es la de proteger el puente e impedir que tropas enemigas lo atraviesen y alcancen la ciudad. Tiene garitas, seis troneras y foso, así como dependencias para los soldados y una fuente, de La Rana que da agua muy apreciada. 
Poco antes del amanecer escuchamos un gran griterío, son ánades, garcillas, gaviotas, garzas, cormoranes, cigüeñas … . Constituyen una avifauna que hace de Badajoz un verdadero humedal en plena ciudad. Entre el azud de La Pesquera, al este, y el de La Granadilla, al oeste, el río discurre lentamente, casi un espejo de agua de unas 25 Has, y sus habitantes se dejan ver y escuchar; galápagos, ranas, culebras de agua.
Comenzamos a atravesar el puente, parece ser que antiguamente había otro destruido por una riada, aunque la manera de atravesar el río era mediante barcas, o aprovechando los vados. Es de estilo herreriano fabricado en piedra, ha sufrido el azote de innumerables crecidas, provocando la caída de arcos e incluso su práctica reconstrucción. En el s. XIX se coloca la barandilla metálica y más adelante los castilletes ubicados a ambos lados en el centro. Tiene una longitud de 600 m con 32 arcos.
Atravesándolo pudimos contemplar una nutria pescando y comiéndose la captura en uno de sus pilares. Por cierto, que los ganaderos le llaman el puente bobo porque no se paga pontazgo.
Al final se divisa la puerta Nueva o del Puente, es la principal y además de servir como defensa de Badajoz, también como Arco de Triunfo en honor del rey Felipe II. Se construyó con posterioridad al puente para alinear la calzada a la entrada a Badajoz. Consta de dos torreones cilíndricos unidos por un arco de medio punto que en su cara externa está decorado con medallones, gárgolas y el escudo imperial de Carlos I. Los torreones, que han servido para el peso de harina y de prisión militar, están coronados con almenas y, bajo ellas y en la base, rodeados por un cordón franciscano. En la cara interna hay una capilla dedicada a Nª Sª de los Ángeles.
Atravesamos la puerta y enfilamos hacia el mercado, ubicado en el cerro de La Muela. Al llegar al arco del Colodrazgo mi padre enseña nuestra documentación, y como somos de Jaraicejo estamos exentos de pagar el colodrazgo, fuero que nos otorgó el rey D. Sancho. Accedemos a un amplio espacio, pero esto es ya otra historia.


Vegetación de ribera. Río Guadiana. Badajoz. España
Hornabeque y puerta de san Vicente. Badajoz. España
Puerta de Palmas. Badajoz. ESpaña
Puente de Palmas. Badajoz. ESpaña
Gaviota. Badajoz. España
Garza real. Badajoz. España
Habitantes del río Guadiana. Badajoz. España 
Habitantes del río Guadiana. Badajoz. España
Estorninos al atardecer. Badajoz. España
Vegetación de ribera. Río Guadiana. Badajoz. España