Desde los años 70 del pasado siglo, más de 40 años ya, se vienen celebrando reuniones y conferencias que versan sobre el medio ambiente. Unas con más éxitos que otras pero con un objetivo común, el de concienciar a la población sobre el paulatino deterioro de nuestro espacio común así como el de proponer soluciones globales a un problema global que no conoce fronteras. Al final resulta que la contaminación es difusa, se extiende.
Hace unos años un compañero y amigo me relataba cómo en una de aquellas, en una ciudad española, se veían más limousinas y coches oficiales de alta gama que en la puerta del casino de Montecarlo. Pero su relato iba más allá, pues entre buffetes y agasajos la cosa se fue muy muy lejos. Todo por la lucha contra el cambio climático.
También leí, con horror, el número de asistentes a la cumbre de Johanesburgo, en 2002, denominada Segunda Cumbre de la Tierra, 6000 de 180 países, una media de 300 por país entre representantes gubernamentales, ONGs, sindicatos y medios de comunicación. Los logros: para el planeta y sus pobladores ninguno; para los asistentes, comilonas y agasajos por doquier. Vamos, como para arreglar esto del clima, biodiversidad y demás zarandajas.
Se pasó de asistir unos 1.000 delegados en 1995 en Buenos Aires, por eso de las emisiones a la atmósfera, al máximo de 24.000 en 2009 (Copenhague). La crisis ha hecho que disminuyan desde entonces. Así se explica que a la última, en Doha, hayan asistido unas 17.000 personas.
Y visto lo visto, un incauto, Richard Tol profesor de economía en la Universidad de Sussex (UK) y de economía del cambio climático de la Universidad de Amsterdam (NL), ha tomado lápiz, papel y como todo se pone en internet ha calculado que la Convención Marco de la ONU contra el Cambio Climático ha organizado, desde 1995, 682 reuniones. 107 en 2012 (más de una a la semana). Que vida más estresante, salgo de una y me meto en otra. Unos 1.000 Millones de dólares en gastos, poca cosa,1.2 millones de euros por reunión. Sin embargo lo curioso del estudio es que a medida que pasan las Cumbres, más asistentes, más gastos y menos resultados, pues la probabilidad de alcanzar acuerdos disminuye a sólo un 2%.
Y luego hablamos de eficiencia energética, sostenibilidad y de lo que querais.
Feliz Navidad
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